De un siglo a esta parte la población humana del planeta ha crecido exponencialmente. Mucho se lo debemos a la ciencia y a la tecnología, que cada día nos deleitan con más cachivaches y desarrollos para hacernos más fácil la vida o para prevenirnos o curarnos de la muerte. ¿Gracias a la ciencia? ¿A la medicina? ¿A tecnología? ¿A las ingenierías? No... todo eso lo hacemos nosotros. ¿Gracias a declarantes de buenas intenciones y supuestos promotores del desarrollo científico? ¿Gracias a Garmendia? No ¿A Zapatero? No ¿A Obama?... Tampoco...
¡Gracias a mi madre! Y a todas las madres que compartan esa incombustible capacidad de hacer preguntas como ¿De dónde vienes? o ¿A dónde vas? Preguntas que son el inicio de todo un camino. De nuestra historia. La historia de la humanidad, del pensamiento, la filosofía y la ciencia. Gracias por la curiosidad, que a veces es pesada e insistente. A veces descansa pero siempre vuelve con más fuerza y presencia. Ahí empieza todo.
Aquí os dejo un documental de una espléndida serie de divulgación científica para ir entrando en calor en el curso y entender la biotecnología como un producto del conocimiento científico, desarrollado a partir de preguntas de madre.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 1.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 2.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 3.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 4.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 5.
Una voz en la fuga cósmica. Parte 6.
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