martes, 24 de febrero de 2009

Gracias a mi madre, una voz en la fuga cósmica

De un siglo a esta parte la población humana del planeta ha crecido exponencialmente. Mucho se lo debemos a la ciencia y a la tecnología, que cada día nos deleitan con más cachivaches y desarrollos para hacernos más fácil la vida o para prevenirnos o curarnos de la muerte. ¿Gracias a la ciencia? ¿A la medicina? ¿A tecnología? ¿A las ingenierías? No... todo eso lo hacemos nosotros. ¿Gracias a declarantes de buenas intenciones y supuestos promotores del desarrollo científico? ¿Gracias a Garmendia? No ¿A Zapatero? No ¿A Obama?... Tampoco...

¡Gracias a mi madre! Y a todas las madres que compartan esa incombustible capacidad de hacer preguntas como ¿De dónde vienes? o ¿A dónde vas? Preguntas que son el inicio de todo un camino. De nuestra historia. La historia de la humanidad, del pensamiento, la filosofía y la ciencia. Gracias por la curiosidad, que a veces es pesada e insistente. A veces descansa pero siempre vuelve con más fuerza y presencia. Ahí empieza todo.

Aquí os dejo un documental de una espléndida serie de divulgación científica para ir entrando en calor en el curso y entender la biotecnología como un producto del conocimiento científico, desarrollado a partir de preguntas de madre.


Una voz en la fuga cósmica. Parte 1.



Una voz en la fuga cósmica. Parte 2.



Una voz en la fuga cósmica. Parte 3.


Una voz en la fuga cósmica. Parte 4.


Una voz en la fuga cósmica. Parte 5.



Una voz en la fuga cósmica. Parte 6.





sábado, 21 de febrero de 2009

El aprendizaje de competencias parcas

El conocimiento nos da un poder extraordinario para transformar el entorno. Cuanto más sabemos del funcionamiento de las cosas, más podemos transformarlo y crear nuevas posibilidades de vida, herramientas, productos, servicios, soluciones a probemas y dificultades. En fin, hacernos la vida más fácil para sobrevivir y para asegurar la permanencia de nuestra especie.
La biotecnología es la aplicación de una parte del conocimiento, relativo a las ciencia de la vida y del entorno en que ésta puede ocurrir. Podríamos decir que el oficio del biotecnólogo se hace adquiriendo competencias parcas, relativas a esas figuras de la mitología romana, sucesoras de las moiras de la mitología griega, que decidían el destino de los hombres trabajando el hilo de sus vidas. La parca Nona hilaba las hebras de la vida, Decima, decidía el largo de esas hebras, y Morta lo cortaba, decidiendo los mecanismos que llevan a la muerte.
Hoy en día nadie cree en la capacidad de las parcas, pero sí en la capacidad de biólogos moleculares, biotecnólogos e ingenieros genéticos. No hemos decidido la composición del hilo, viene dada de forma natural en todos los organismos. Sin embargo, podemos tentar al destino que ya venía escrito cambiando el orden de los acontecimientos o inventando alternativas también hilvanando, cortando, añadiendo y modificando partes de ese hilo, que hoy sabemos que es el ADN. ¿Jugamos a ser dioses? Yo diría que más bien jugamos a lo de siempre... Sobrevivir.